Evolución de la población durante la Baja Edad Media

La evolución demográfica medieval europea se caracterizó por un crecimiento continuado desde su comienzo hasta el siglo XIV, en el cual la población experimentó una fuerte caída.

Cabe destacar también el hecho del nacimiento o renacimiento de los grandes núcleos urbanos, abandonados desde el fin del imperio Romano. Las ciudades favorecieron el intercambio comercial y, en consecuencia, el aumento de la población. Desgraciadamente, el hacinamiento de personas en estos núcleos hizo que la Peste causase estragos en la población urbana.

Años 1250 a 1300

Desde el comienzo del siglo 1000 D.C la población europea experimentó un gran crecimiento, debido en parte a la mayor estabilidad política y unión, producto de las Cruzadas, el descenso de las guerras feudales al aumentar el poder monárquico y el llamado período cálido medieval mejorando las cosechas, además de la nueva apertura comercial con la reconquista de España y Tierra Santa.

Entre los años 1250 a 1300 la población europea se mantuvo relativamente estable. La Península Ibérica, en tiempos de la reconquista, es la única que sufrió un descenso de población.

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Años 1300 a 1350

En estos años Europa estaba en plena crisis bajomedieval. Una bajada generalizada de temperaturas arruinó las cosechas. La Gran Hambruna de 1315-1317 marcó la primera parte de este periodo. La Guerra de los Cien Años hizo caer en picado la población inglesa y francesa. Por último, la Peste Negra hizo desaparecer a un tercio de la población europea.

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Años 1350 a 1400

Por este tiempo los brotes de la epidemia se hicieron cada vez menos agresivos, la crisis fue remitiendo poco a poco y, a su vez la población volvió a crecer, aunque más lentamente que en el siglo pasado. Francia siguió en guerra contra Inglaterra hasta 1453, por eso su población siguió descendiendo.

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Años 1400 a 1450

En este periodo la población siguió creciendo de manera progresiva y desigual en todos los países. El crecimiento de la población provocó una mayor demanda de alimentos y productos, por lo que la economía también mejoró, y por tanto, la velocidad del crecimiento demográfico se multiplicó posteriormente.

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Fuentes